jueves, 14 de julio de 2011

Descansa en paz tío



A veces, cuando he leído a otras personas despedirse de un ser querido, no imaginaba que escribirlo pudiera ser tan duro y tan difícil.

Hoy estoy triste, muy triste. Una de las personas mas admirables de mi vida, ha……No sé muy bien como decir esa palabra. Lo que sí sé explicar, es como era……Y será, porque para mí, siempre será.



Mi tío Antonio era (me cuesta mucho usar este tiempo verbal) una de esas personas especiales. Era mi tío político, pero lo sentía como carnal. Era de esas personas que te da la sensación de que nacieron en un tiempo que no era el suyo. Recuerdo cuando hablaba de alguien retrógrado y decía: “ Éste, tendría que haber nacido 200 años antes para poder ser feliz”. Qué gran verdad!. Para poder ser feliz.

Él, era lo opuesto, nació por lo menos, un siglo antes del tiempo que le habría tocado vivir. No te juzgaba, sabía escuchar, y conversar con él se convertía en ese pequeño placer de estar con alguien que te comprende bien.

Ya de pequeño, recuerdo que él era el único que te trataba de igual a igual. Era el único que te hacía sentir mayor, y aunque te hablara en voz bajita, curiosamente lo escuchabas mucho más que a los que más alto hablaban. 

Tenía su propia filosofía de vida, aunque a lo mejor él no la llamara así, era filosofía  y entendía muy bien el significado. Recuerdo como si fuera ayer cuando me decía: “ Nunca le faltes al respeto a ninguna mujer, y menos a la tuya. Piensa que la primera vez es difícil, pero las siguientes son tan fáciles que no te darás ni cuenta. Dile siempre lo bonita que es, lo importante que es para ti, hazla feliz y verás lo feliz que serás tú. Y cuando discutáis y te saque de quicio, que lo hará, no os faltéis al respeto nunca, porque tú también la sacarás de quicio a ella. Yo lo único que le digo a tu tía cuando ya no puedo más, es que es una ratilla”. Él sabía que eso no era ofensivo, y estos consejos me los daba en una época, en la que en este país, por desgracia, el término "igualdad" todavía no estaba claramente definido.

Mi prima, hablando de él, me explicaba lo que le decía a ella: “Tú no te preocupes demasiado cuando la gente o tus padres, a veces no te comprendan, elige bien tu camino y síguelo, que ése, casi seguro será el mejor”. Nos comprendía y creía en nosotros.

Hablaba bajito y con los ojos medio cerrados. Y ahora sé porqué. Tenía ese brillo especial en la mirada, pero no en sentido figurado no, en sentido literal. Sus pupilas reflejaban tal cantidad de luz..... y sabiduría, que sin la debida protección, podía dejarte ciego. Por eso los llevaba casi cerrados, para no lastimar a todos aquellos que eran incapaces de abrir sus mentes.

Se va una buena persona, un buen amigo, un buen abuelo, un buen tío, un buen padre y un buen marido.
Fíjate tío! Cuanta gente buena se va contigo para que nunca estés solo. Pero tú ya lo sabías, cuanto más buena persona fueras menos solo estarías.

Y yo, con lágrimas en los ojos tan grandes como tu corazón, no puedo dejar de arrepentirme de no haber compartido más tiempo contigo, pero puedo asegurarte que seré tu digno pupilo y estarás orgulloso de mí.
Y como tú también sabías, nunca te vas del todo si puedes vivir en el recuerdo de todos los que te quisimos y siempre te querremos.

Me despido ya de ti, para que puedas descansar, pero no para siempre, sólo hasta que vengas a visitarme en forma de recuerdo o sueño, para poder volver a charlar, reír e interpretar este mundo extraño que no consigo comprender del todo.

No te olvidaré jamás. Descansa en paz amigo, maestro.





2 comentarios:

GEMMA dijo...

Muy grande! No creo que nazca otro como él. Muchas gracias por tus palabras (y por esas lágrimas derramadas... yo también pienso en esos ratos que quedaron por compartir)... GRACIAS!