domingo, 24 de julio de 2011

LA PAJA DEL MONO

Es curioso la mala leche y lo muy cabrones que podemos ser a los 12 ó 13 años. He estado recordando un episodio de aquella época  y me gustaría compartirlo con vosotros.

Para situaros, corrían los años 80, los últimos años de la década. Los meses de verano no eran como ahora que cualquiera se va de vacaciones fuera de su ciudad. Entonces el verano pasaba por estar todo el día en la calle y deambulando por el barrio. Los partiditos de fútbol, más bien los "taquigol", con las persianas de los parking como porterías o los carros que nos fabricábamos utilizando cojinetes como ruedas. Estos carros no tenían frenos pero nosotros nos tirábamos igual cuesta abajo y contra dirección. Viva la Pepa! Ya pararemos como podamos. La inconsciencia propia de la edad.
 De esa misma inconsciencia es de lo que os quería hablar.

Un día de uno de esos veranos, estábamos los chavales de la calle sentados en el pollete de uno de los portales, comiendo pipas o un flash. Las edades iban de los 11 a los 14 años. En esto llega S, lo llamaremos S para no desvelar su identidad, jeje. S era el típico niño inocente que se lo creía todo, era bueno y mucho más paradito que los demás. Uno de nosotros (Ahora no recuerdo quién era) dice:

- La mejor es la paja del mono. ¿Sabéis cuál es, no?- . Los demás, que eran más largos que la mili de Rambo.

- Claro nen, es la mejor!.

- Da mucho más gusto!

- Claro que la conocemos.

S con una cara de " mmm....La paja del mono....Da más gusto que la normal.....mmm". Se le notaba que no podía quedarse sin esa información.

-S, tú sabes cuál es, no?

- Pues....No me suena, no lo sé. Cuál es?.

Todos empiezan a reírse y a decirle cosas. "No sabes cúal es?; Tú eres corto chaval; Pues no sabes lo que te pierdes". Como una coreografía perfectamente orquestada. Tejiendo los hilos de la futura putada con el único fin de descojonarnos un rato. Lo bueno es que no estaba preparado, todas estas cosas, a esa edad, te vasta una fugaz mirada con tus compañeros de fechorías, para poner en marcha "el proyecto". Y el pobre S, como tantos otros S, siempre iba con 2 pueblos de retraso.

- Tú no has ido nunca al zoo? Si te fijas en la jaula de los monos, los mandriles, verás como se la pelan. No lo hacen como nosotros de arriba a abajo. Se la aprietan con las palmas de las manos, y hacen como si quisieran hacer fuego con un palo de madera. Fíjate si les da gusto, que hasta tienen el culo pelao y rojo por estar todo el día dale que te pego.

Despúes de explicarle al detalle la técnica y convencerlo de que se estaba perdiendo un placer indescriptible. Decidió que de esa noche no pasaba sin probar. Por supuesto le dijimos que era muy díficil, y rara vez funcionaba en una sola noche.

Al día siguiente estábamos esperando ansiosos para saber cómo había ido.

-¿ Qué tal S, cómo fue?

- Pues yo no sentí nada de gusto. Lo que sí la tengo un poco escocía.

- Ya te lo dijimos, en un solo día no sale bien, pero hay que seguir porque el gusto que da es flipante. Aunque la tengas irritada y te moleste un poco, al rato se pasa y cuando te llega el orgasmo, se cura enseguida.

Lo tuvimos así una semana, y el último día que lo vimos caminaba despacito, espatarrao, estirando el pantalón en la zona de la bragueta y sin rastro de gusto por ningún lado.
"El proyecto" terminó una mañana, después de 5 días del inicio del mismo. Cuando sentados en el mismo pollete, vemos aparcar el coche del médico de urgencias, y pica al timbre de S. Al rato escuchamos a su madre decirle a las vecinas.

" Uys, Uys, Uys! Que mi S tiene una irritación grandísima en la pichurra. Dice que estuvo tocando unas ortigas y luego se la cogió pa mear. Y la tiene en carne viva. Le tengo que poner una crema muy cara de la farmacia. Estos niños".

La verdad es que ahora me da penica, pero entonces, ésos, eran los días más divertidos. La inconsciencia de la edad junto con la paja del mono no pronosticaba buen final.

PD: Perdona S por la parte que me toca.

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