ENSAYANDO COSAS

CADA TARDE

Como cada tarde
espero verte llegar,
en el mismo banco sentado,
en el mismo parque,
siempre en el mismo lugar
leyendo para disimular.
Por el rabillo de mi ojo apareces,
sin mirarte puedo verte.
Comienzas tu ritual.
Lentamente rodeas el lugar,
yo me recreo en el placer de lamer
los raíles por donde la locomotora de tu vicio
está a punto de pasar.
Cierro los ojos y me entrego sumiso.
Otra vez agarras mi pelo por detrás.
Esa caricia agresiva.
Ladeo la cabeza abriendo mi boca
y rindiéndome a tu lengua.
Como cada tarde.



DESEO

Un álter ego deseo
que no le importe qué digan,
quedar bien ni que de él se rían;
que no le interese la envidia
ni entienda de hipocresía;
que a manos desnudas coma 
y con el brazo se limpie
el vino de la mejilla;
que a carcajadas se ría
y hambrienta muestre su alma;
que grite al sentir la rabia
y que de asco vomite 
al oler cerca la mierda.
Deseo ese álter ego
que de emoción sabe llorar 
sin avergonzarse por ello,
que de pasión y a pulmón pleno
cuando se enamora grita Te Quiero.




Escuchando al maestro mientras, cada tarde, ensayo cosas y deseos.